Este libro historico puede tener errores numerosos, falta texto, imagenes, o un indice. Los compradores pueden descargar una copia gratuita escaneadas del libro original (sin errores) de la editorial. 1869. No se muestra. Extracto: ... Nadie habia en la habitacion de D. Fermin; mas no tardo en entrar este, a quien ya conocemos, acompanado de otros dos senores, a los cuales hizo pasar delante, usando de aquella cortesania que los americanos espanoles heredaron de sus abuelos y nuestros. Paso primero un hombre alto, rubio, de gallarda apostura, y ademan resuelto, a quien desdeluego era forzoso conceder cierta supremacia, o mejor, cierta autoridad, no solo sobre el amo de la casa, sino sobre el sujeto que a la puerta se habia quedado para entrar despues. Era este mediano de cuerpo, si bien robusto, y al parecer, no escaso de fuerzas; su rostro, mucho mas cetrino que el de D. Fermin de Urquinaona, representaba desde luego, especialmente para los que estan hechos a comprender las diversas razas humanas del Nuevo-Mundo, notable mezcla de negro y de indio, con escasez de sangre blanca. Cuando en tales engendros se reunen las malas calidades de las tres razas, bien se les puede temer mas que al tigre, cuya sed de sangre igualan; mas que al raposo, cuya astucia superan; y casi tanto como a ciertos europeos sin verguenza, que suelen dar a los americanos ruin muestra del pano que por aca se usa. Nuestras republicas--pasennos esta manera de llamarlas carinosamente--saben que a la traicion y deslealtad de algunos malos peninsulares debio la causa de Espana su ruina allende el Atlantico, punto menos que al esfuerzo heroico de los que por el idioma, la sangre y el generoso aliento no podran menos de ser nuestros hermanos. Algun dia, olvidados antiguos rencores, y del todo independientes unos de otros...